14/07/2023
El 59% del talento de Barcelona trabaja en sectores estratégicos como la economía digital; salud y biotecnología; industrias creativas e industria 4.0. Es uno de los datos extraídos del Mapa del Talento de la ciudad, elaborado por el Ayuntamiento con datos extraídos de LinkedIN. El informe refleja también que los tres sectores que más crecieron el año pasado fueron la economía digital (18%), la salud y la biotecnología (8%), y la economía para la sostenibilidad (7%).
Estas cifras pueden ser solo la antesala de lo que está por venir, pues Barcelona aspira a convertirse en la capital europea del sector del chip. La capital catalana liderará en los próximos años el proyecto europeo de fabricación y diseño de microchips y semiconductores, elementos imprescindibles para el desarrollo de productos y servicios tecnológicos estratégicos como la inteligencia artificial, los superordenadores, el coche autónomo, u otros. De tener éxito el plan de Barcelona, éste contribuirá de forma decisiva a la futura posición tecnológica de Europa en el mundo.
La era tecnológica es una era basada en la microelectrónica. Desde una perspectiva geoestratégica, es importante distinguir entre los semiconductores más sencillos y los más sofisticados. Ambos extremos se distinguen por su tamaño y por el número de transistores que integran. Hoy en día, los físicos son capaces de introducir en 10cm2 de silicio hasta 200.000 millones de transistores.
Se necesitan 3.000 especialistas
A lo largo de las últimas décadas, Europa ha quedado rezagada en el diseño y fabricación de chips, y en particular de los más avanzados. La UE se ha propuesto recuperar el terreno perdido y para ello se ha marcado como objetivo estratégico fabricar el 20% de los microchips que se produzcan a nivel mundial en el año 2030. Esto supondría duplicar su representación en un mercado donde otros territorios -principalmente Asia y Norteamérica- también están pisando el acelerador. Es un objetivo complejo, ya que la fabricación, diseño y ensamblaje de microprocesadores requiere de fortísimas inversiones…, y de una gran cantidad de talento especializado.
Tal y como expuso recientemente Teresa Riesgo, secretaria general de Innovación del Ministerio de Ciencia e Innovación, en el congreso React BARCELONA, «hace falta no sólo dinero. Hace falta talento y tejido empresarial (grandes corporaciones, pero también startups y empresas medianas innovadoras)». Y añadió: “Necesitamos generar ese talento”.
En este debate, moderado por la directora de comunicación de DigitalES, Elena Arrieta, participó también el director del Barcelona Supercomputing Center (BSC), Mateo Valero, que afirmó: “Necesitamos 3.000 ingenieros e ingenieras que sepan diseñar circuitos, sólo en Barcelona. Desde chips del IoT a chips muy sofisticados».
“Lo conseguiremos porque tenemos una ubicación privilegiada y estratégica, la capacidad para atraer talento nacional e internacional, y un ecosistema empresarial e industrial”, agregó la primera teniente de alcalde de la ciudad, Laia Bonet.
La portavoz municipal destacó algunos de los proyectos impulsados por el Ayuntamiento durante la anterior legislatura, que ya están en funcionamiento. “Durante los últimos 4 años hemos formado a 70.000 personas de entre 7 y 70 años en un programa de capacitación digital para hacer frente al presente, pero también al futuro”, aseveró.
En esta línea, Bonet destacó varios proyectos municipales que ponen a Barcelona en un punto aventajado de salida para convertirse en capital europea del chip. Entre otros, el Internacional Welcome Desk, un servicio para el aterrizaje de talento internacional “que ha recibido a 1.000 profesionales con sus respectivas familias durante el último año”, o el proyecto Barcelona Ciudad de Talento, “con más de 30 medidas en colaboración con empresas privadas”, a los que se sumará la instalación del nuevo centro de diseño de chips de Cisco Systems, en una ciudad que también es la sede del citado BSC o del Centro Nacional de Microelectrónica, entre otras instalaciones estratégicas.
Los primeros frutos del PERTE Chip: Cisco y ‘Cátedras Chip’
Cisco Systems instalará en Barcelona su primer centro de diseño de microchips en la Unión Europea. La compañía norteamericana ya tiene un espacio de innovación en la capital, y ahora lo ampliará con una división para crear prototipos de semiconductores. Concretamente, Cisco está especializada en chips de comunicaciones de altas prestaciones, eficientes y seguros, por ejemplo para data centers.
El anuncio de Cisco llega impulsado por el PERTE de microelectrónica y semiconductores, más conocido como «PERTE Chip», el plan del Gobierno español de 12.000 millones de euros para convertir España y Cataluña en un polo de referencia a Europa del sector tecnológico de semiconductores. Bajo este PERTE, asimismo, se van a desarrollar nuevas cátedras universitarias que procurarán dar respuesta a esa necesidad de talento de alta cualificación.
> Nota informativa sobre el programa ‘Cátedras chip’ (12/07/2023)
El nuevo centro de Cisco complementará un ecosistema en el que despunta el superordenador MareNostrum 5, que recibirá una inversión total de 220 millones de euros. Cabe destacar el acuerdo firmado entre el BSC y la empresa GTD System and Software Engineering para liderar el desarrollo de los futuros chips europeos. Un proyecto impulsado con fondos de reconstrucción de la Comisión Europea que creará unos 400 puestos de trabajo en los próximos cinco años y supondrá una inversión aproximada de 400 millones de euros gestionados íntegramente desde la ciudad condal.
La ecuación se completa con la colaboración entre el Gobierno español y la tecnológica Intel, que dará lugar a un laboratorio para la generación de nuevos supercomputadores. Este contará con una inversión de 400 millones de euros y supondrá la creación de hasta 300 puestos de trabajo de alta cualificación.
En definitiva, Barcelona presenta credenciales para convertirse en la capital europea de un sector –el del microchip- que se ha revelado como clave para la economía y la sociedad y que será determinante para el desarrollo económico de los próximos años. Este proyecto, a su vez, contribuirá de manera muy importante al desarrollo del ecosistema y de una nueva economía del conocimiento que impactará sobre distintos sectores productivos y servirá para atraer nuevo talento a nuestro país.
No hay tiempo que perder, pero tenemos una buena noticia: Barcelona ya ha despegado.