03/03/2022
‘CRACKS de la tecnología’ es una serie semanal de entrevistas, a través de la que queremos dar voz a esos profesionales TI que son absolutos genios de la tecnología en España. Queremos saber de ellos/as, conocer y reconocer el trabajo que realizan en estas empresas; saber qué les apasiona y qué consejos guardan para aquellos/as que vendrán detrás.
Hablar del largo plazo en el sector de las telecomunicaciones hoy parece contradictorio, dada la rapidez con la que cambia el mundo. No sabemos cuáles serán los retos y cambios que el futuro traerá consigo, pero sí sabemos que estamos ante la oportunidad y el desafío de mejorar desde el presente para garantizar la perdurabilidad.
Jorge Caja se incorporó a Tower hace casi cinco años con una misión: transformar la compañía partiendo del modelo de negocio de hoy, al negocio del futuro. Una empresa centrada en el cliente, de alto desempeño y capaz de adaptarse a los cambios de su entorno. Bajo ese prisma, lidera un ambicioso proceso de diversificación y crecimiento para afianzarse como el partner líder de servicios relacionados con la gestión de infraestructura de Telecomunicaciones en España, 5G y Smart Cities.
No os perdáis esta entrevista, porque lanza también un mensaje que deja abierto un debate: la revolución tecnológica avanza a paso veloz y como sociedad estamos llamados a adaptarnos a los cambios que supone su correcta adopción. ¿Sabremos gestionar los riesgos sociales que entraña la digitalización?
Jorge Caja, CEO de Tower.
P.- ¿Qué diferencia a Tower de otras empresas especializadas en ingeniería de telecomunicaciones?
R.- Tower nació hace 26 años para dar respuesta a una necesidad muy clara que tenían los vendors y los operadores de telecomunicaciones: gestionar todo el procedimiento de adquisición de los espacios sobre los que querían instalar sus emplazamientos, ya fueran edificios de viviendas, comunidades de propietarios, un depósito de agua, espacios protegidos o cualquier otro lugar. Existe todo un mundo de trámites, permisos y expertise en negociación de espacios que hay que conocer.
Aún hoy, continuamos ofreciendo ese servicio y somos líderes en ese mercado. Actualmente estamos construyendo servicios adyacentes que nos permiten ofrecer tanto soluciones end-to-end como servicios más específicos relacionados con la gestión de las entregas de infraestructuras de telecomunicaciones, 5G y Smart Cities.
P.- ¿Cómo ha evolucionado ese negocio tradicional de Tower desde su origen, en 1996?
R.- Durante nuestros años de trayectoria, hemos ido a ampliando el espectro de servicios que ofrecemos a los clientes. Empezamos por la legalización de los emplazamientos que previamente habíamos negociado. Tenemos un método que es válido también para las empresas de compartición [de redes] y por eso éste es uno de nuestros departamentos estrella en la actualidad.
Después formamos un departamento de ingeniería para complementar las áreas anteriores, empezando por la ingeniería de legalización y de infraestructura, para entrar a continuación en adecuaciones, diseño de 5G, diseño de radio para cualquier otro estándar de red, transmisión y hasta mediciones radioeléctricas.
Posteriormente empezamos a ofrecer el mantenimiento y la operación de esas infraestructuras, dando soporte de los inventariados, de las órdenes de trabajo y, en general, de las grandes bases de datos de los distintos operadores y vendors. En los últimos años hemos desarrollado tecnología que nos permite automatizar muchos de esos procesos, para obtener resultados eficaces y sostenibles para nuestros clientes.
P.- ¿Ha concluido ya esa diversificación?
R.- En absoluto, de hecho continuamos expandiéndonos, adaptándonos a las necesidades de cada proyecto y centrándonos en los objetivos de cada empresa que nos contrata. Dentro de la gestión de entrega de infraestructura de telecomunicaciones tenemos todavía un camino por delante. Somos un partner referente para las “torreras” que externalizan estas tareas, así como para otras compañías del sector Telco que valoran nuestra versatilidad y el trabajo multidisciplinar que realizamos. En Tower contamos con abogados, ingenieros, administrativos, especialistas en tramitación de datos, control de gastos y desarrolladores TI que permiten un desarrollo integral cada solución que ofrecemos. En nuestra empresa apostamos por un talento humano diverso, ya que ofrece una visión holística del sector y eso hace que las relaciones con nuestros clientes sean fructíferas y duraderas.
Asimismo, hace un par de años decidimos dar un giro y ampliar nuestra actividad en el sector público, porque nos dimos cuenta de que la Administración gestionaba grandes bases de datos que, sin embargo, no estaban vinculadas a las del sector Telco. Aquí hemos montado una oficina técnica de proyectos para concurrir a licitaciones, con muy buenos resultados.
P.- De la compra de azoteas para instalar antenas a la gestión de bases de datos, pasando por…
R.- ¡Por las energías renovables! Teniendo en cuenta los grandes volúmenes de datos que se procesan y el elevado consumo energético de toda esa infraestructura de back-office, se nos abren muchas posibilidades en el mundo del autoconsumo de energía fotovoltaica.
Otra gran oportunidad hoy para nuestra empresa está en el desarrollo IT, y estamos trabajando en ello para mejorar la agilidad y la experiencia de uso de las bases de datos que manejan los operadores o las administraciones, concentrando los distintos lenguajes de programación de modo que esas herramientas y aplicaciones sean más livianas, eficaces y operativas.
Al final, en un proyecto de modernización hay que pensar en cómo se va a transformar el propio negocio -o administración- en los siguientes años, qué diseño de la red encaja en esa visión, cómo podemos eficientar al máximo la gestión de los datos y cómo dotar a esa infraestructura de eficiencia energética. A clientes como Entidades locales y administración general del estado, les ayudamos a diseñar sus roadmaps a largo plazo [4 años] y, en función de éstos, planteamos qué tecnologías y servicios necesitarían.
P.- En el ‘roadmap’ tanto de los operadores como de las administraciones encontraremos seguramente planes para soportar casos de uso del Internet de las Cosas, como las ‘Smart Cities’…
R.- De hecho, es un campo en el que ya hemos comenzado a trabajar. Los ayuntamientos, empezando por la telegestión de las farolas y del mobiliario urbano, van generando su red propia. Nosotros les ayudamos a que esa red sea escalable y sostenible, porque el procesamiento de datos crecerá muchísimo y muy rápidamente en los próximos años, a la vez que trabajamos con nuestros clientes telco tradicionales, que son los prestadores de la tecnología.
Llegaremos a conectar y aprovechar las sinergias y las necesidades complementarias entre las tecnologías digitales, la industria y la eficiencia energética, en el corto-medio plazo. La interconexión real y operativa de esos sectores aún tiene recorrido por delante y nosotros sabemos que estaremos ahí implementando soluciones, como lo hemos hecho siempre.
Los lenguajes de programación y los protocolos de comunicación de la sensorización de las ciudades todavía no están estandarizados. Eso explica, al menos parcialmente, por qué la revolución de las Smart Cities todavía no ha explotado. Pero lo hará, y estamos preparados para asesorar a las administraciones sobre cómo darle forma.
«La revolución de las Smart Cities explotará, y estamos preparados para asesorar a las administraciones sobre cómo darle forma»
P.- ¿Te atreverías a estimar cuánto falta para que despeguen las ‘Smart Cities’?
R.- Claramente, los fondos europeos para la recuperación post-Covid van a acelerar la demanda que, a su vez, impulsará la búsqueda de respuestas a esos desafíos tecnológicos. Los fondos Next Generation se administrarán en los próximos 3 o 4 años, de aquí a 2026. Por tanto, ése es el escenario en el que creo que veremos emerger verdaderas ciudades ‘inteligentes’.
Me preocupa más otra variable, que no se está teniendo suficientemente en cuenta en esta Cuarta Revolución Industrial: la humanística. La transformación digital tiene implicaciones sociológicas inmensas, que deben analizarse y abordarse desde la educación y desde la propia industria tecnológica. Las respuestas de los desafíos técnicos deberían venir acompañadas de respuestas a los retos humanos que plantean esas mismas tecnologías. Sin embargo, en mi opinión, eso no está ocurriendo.
De nada vale estar hablando de la digitalización o de la robotización si no somos capaces de tener una sociedad que sea capaz de administrar esa información correctamente.
P.- ¿Por dónde debemos empezar a buscar esas respuestas?
R.- Se puede empezar por incorporar a mucha más gente de perfiles humanísticos en la transformación digital. No puede ser que este cambio lo estén dirigiendo solo los ingenieros -¡y yo soy ingeniero!- porque nos estaremos dejando muchas cosas por el camino. Por eso, creo que en la evolución tecnológica tienen que participar muchos más historiadores, antropólogos, psicólogos, sociólogos, profesionales de la comunicación, entre otros.
Necesitamos que las empresas tecnológicas sean más conscientes de esta necesidad y, también, que los perfiles humanísticos comprendan y se preocupen por jugar un papel relevante en este cambio de era.
Partiendo de esa premisa, nos enorgullece decir que en Tower contamos con un 50% de no tecnólogos en nuestra plantilla. Sinceramente, creo que ese mix nos aporta un valor diferencial y nos ha permitido crecer rápidamente en un sector que demanda siempre estar a la vanguardia. Ese mismo enfoque plural se podría aplicar a nivel de toda la sociedad, si conseguimos involucrar a todos los agentes de la economía.
«El ‘mix’ entre perfiles tecnólogos y humanistas en Tower nos aporta un valor diferencial en un sector que demanda estar siempre a la vanguardia»
P.- Además de promover la multidisciplinaridad, ¿qué otras medidas organizativas habéis llevado a cabo para el enriquecimiento mutuo entre tecnólogos y no tecnólogos?
R.- En su mayoría son medidas que apuntan a un cambio de paradigma desde la perspectiva de conocimiento y experticia; un cambio de mentalidad para trabajar de forma colaborativa, implementar nuevas tecnologías e innovar en metodologías. Siempre facilitando el contacto humano entre los equipos. Por ejemplo, obligamos a que la cámara esté conectada durante las reuniones por videoconferencia, y organizamos eventos presenciales y otros compromisos para que las personas se vayan vinculando y se comuniquen más allá de la pantalla. Partimos de la premisa de que todo lo digital es esencialmente humano.
Este tipo de conexiones son muy importantes para Tower, porque nos aportan una visión más completa del mercado y de las oportunidades que se dibujan hacia el futuro. Son importantes para los trabajadores, porque ayudan a que se sientan parte de este gran proyecto, a que crezcan personal y profesionalmente, y a que disfruten más de su tiempo de trabajo. Y, aunque a pequeñísima escala, también son importantes para el conjunto de la sociedad, porque la colaboración será crucial para solucionar los grandes desafíos sociales y medioambientales que plantea la digitalización.