16/05/2024

España tiene una importante brecha de talento en al área tecnológica. Lo pone de relieve el estudio “Anatomía de la brecha de talento tecnológico” realizado por DigitalES, que constata un grave problema para los reclutadores y expertos en recursos humanos: ocho de cada diez empresas no encuentran los perfiles adecuados para cubrir sus puestos de trabajo. 

Esta escasez, que afecta de manera directa a la economía y la competitividad del sector tecnológico, arrastra también al conjunto de la sociedad. Ya lo dice la Unión Europea: se trata de un segmento clave para el desarrollo de un continente que, en estos aspectos, parece estar quedándose a la zaga de otras zonas como Estados Unidos, Japón, China o Corea del Sur.     

Corregirlo no puede ser tan complicado, pero hacerlo bien requiere de un análisis exhaustivo y en profundidad, como propone el estudio presentado por DigitalES, en el que han colaborado Capgemini, HP SCDS, Infojobs y Overlap. Tras una exhaustiva recopilación y análisis datos, valiéndose de herramientas de big data, DigitalES identifica cinco puntos que están frenando hoy la competitividad española en un sector tan estratégico como la tecnología y la innovación. 

  1. Desfase de salarios con el entorno europeo

En Madrid, un profesional tecnológico cobra un 85% menos que en Londres, un 80% menos que en Alemania o un 50% menos que en Dinamarca. Esta situación hace que gran parte del talento formado en España emigre al extranjero. Algunos teletrabajan aquí, cierto, pero para empresas extranjeras, cotizando allí y llevando por tanto la riqueza y el desarrollo a otros mercados. 

  1. Brecha geográfica digital

Según revela el estudio, la Comunidad de Madrid concentra el 52% de las vacantes que se ofrecen en trabajos TIC. Le sigue, con un 25%, Cataluña, y con un 7% Andalucía. El resto del país solo consigue ofrecer un 16% de las plazas de trabajo en este sector. En la práctica, esto supone que una persona de las otras 14 comunidades autónomas tiene muy pocas oportunidades de desarrollar su carrera en este sector si no cambia de domicilio. 

  1. Falta de vocaciones universitarias

No es un problema exclusivo de España, pero también nos afecta con fuerza. Solo un 25% de los estudiantes de estudios superiores eligen carreras de ciencia y tecnología en España. Esta cifra destaca la importancia de enfocarse en la calidad más que en la cantidad. Aunque nuestro país tiene una posición relativamente fuerte en Europa en cuanto al número de estudiantes universitarios, es crucial dirigir nuestros esfuerzos hacia mejorar la calidad de la educación superior y fortalecer la conexión con el mercado laboral 

  1. Desajuste entre empresas y candidatos 

En España existe un desfase entre los perfiles que demandan las empresas para atender a sus necesidades y las capacidades que tienen los candidatos para cubrirlas. Entre las competencias técnicas, las más requeridas por las empresas son, por volumen, IT y data; ingeniería, atención al público, manufactura, ventas y marketing. La diferencia entre la oferta de trabajadores y la demanda de empleo ha pasado de ser un problema residual en 2013, a una situación crítica en la actualidad, donde 8 de cada 10 empresas declaran tener dificultades para encontrar el talento adecuado. 

  1. 120.000 vacantes

El déficit de especialistas tecnológicos en España alcanza las 120.000 posiciones, singularmente en áreas como desarrollo de software (41.000) o ciberseguridad (24.000). La Comisión Europea aspira a que el 10% del empleo total en 2030 corresponda a especialistas en tecnologías de la información y la comunicación, lo que significa que el número de especialistas TIC en España debe aumentar en más de 1,39 millones.    

Fortalezas y deberes 

Ahora bien, no todo son trabas al desarrollo del sector tecnológico. Cuenta con importantes fortalezas que siguen cimentando su atractivo, como el sueldo medio percibido, que se sitúa en 44.000 euros anuales, muy por encima de los 23.000 que percibe como media un ciudadano español.  

Además, es el segmento con mayor tasa de empleo, un 81% de ocupación, y ha generado 445.000 empleos entre 2021 y 2023. Hoy, se ha superado ya el millón de empleos TIC en nuestro país, con un 70% de contrataciones indefinidas.   

Con todos estos datos, no queda sino hacerse una pregunta ¿qué necesita España para ser competitiva? Son varias las reflexiones que nos aporta el informe de DigitalES, en el que han colaborado expertos de la Universidad Complutense, la Fundación Bertelsmann y el Servicio Público de Empleo Estatal, SEPE.

En primer lugar, necesitamos rebajar el tiempo que se precisa para cubrir una vacante en el sector tecnológico, que es de 18 semanas. La media en España es de 12 semanas, mes y medio menos. Y en Europa es aún menor. En Francia son 3 semanas, en Bélgica 6, y en Polonia entre 4 y 8 semanas de media. 

En segundo lugar, es preciso reducir el índice de abandono escolar, tanto en FP como en la Universidad. Hasta un 30% de las plazas formativas se quedan vacantes a mitad de la carrera.

Además, se necesita aumentar la formación continua: solo el 25% de la población activa sigue formándose en sus empresas. En el caso de las pymes, este índice baja hasta el 17%. 

Por último, es urgente centrar los esfuerzos en la formación de expertos en ciberseguridad, inteligencia artificial y datos. España necesita 20.000 profesionales con este perfil para 2025. 

Es mucho lo que nos jugamos. Empresas, administraciones, instituciones, universidades y asociaciones debemos poner las herramientas necesarias para formar no solo a nuestros jóvenes, sino a cualquiera que se encuentre en edad laboral. El reskilling y el upskilling son hoy más necesarios que nunca, a cualquier edad y en cualquier momento.  

Pero también vienen acompañados de una gran noticia. Formarse en tecnología es sinónimo de grandes oportunidades. Con muy poco, España puede ser realmente competitiva en el área que está llamada a protagonizar el siglo XXI.