27/12/2017
Todas las revoluciones siempre generan enormes trastornos antes de producir grandes beneficios, y la revolución digital, que va a provocar cambios muy importantes, actuará sin duda en esta línea. Así se expresaba el historiador y analista de Relaciones Internacionales Florentino Portero, en los encuentros ‘Las mañanas del mañana’, organizados por la Asociación Digitales el pasado 15 de diciembre.
En este foro, donde se analizan desde un punto de vista humanista las consecuencias de la Transformación Digital, el profesor de historia contemporánea repasó el efecto que las distintas revoluciones han tenido en los comportamientos humanos, aseverando que la única constante en la historia de la humanidad es el cambio.
“Ese cambio puede tener una velocidad u otra, y en función de ello puede tener efectos demoledores al cambiar la normalidad. Sin esta normalidad, que es simplemente un acuerdo, la gente se pone nerviosa y aparecen las tensiones”, aseveró.
“Hay que educar en la innovación y trasladar el mensaje de que innovar y que no te salga no es un fracaso, sino una experiencia”.
Portero explicó que las revoluciones se producen cuando se producen cambios profundos en la ciencia, que luego se aplican a la ingeniería. Estos se trasladan después a las empresas y producen cambios sociales que se llevan por delante el sistema político. Así ha ocurrido con la invención del fuego, el neolítico, el renacimiento, la ilustración o las distintas revoluciones industriales.
En su opinión, hoy estamos asistiendo a la 4ª revolución industrial, que va a ser al menos tan profunda como la primera y eso conllevará cambios profundos en el empleo y la estructura de la sociedad.
“El nuevo modelo económico plantea una nueva política de personal donde los muy educados o preparados van a tener posibilidades que nunca antes han tenido, pero eso va a producir grandes desigualdades. Nunca ha sido tan fácil crear una empresa, pero quienes no lo hagan o no sepan cómo encajar en las existentes crearán problemas políticos o sociales al desaparecer gran número de trabajos poco cualificados. Se van a crear más desigualdades de renta y eso no es fácil de explicar a una sociedad educada en la igualdad”, dijo.
La solución, aseguró, pasa por invertir en los primeros años del sistema educativo, donde se hace necesario “formar a personas que entiendan la necesidad de formarse constantemente”. No es tan importante una especialización en conocimientos que caducan en muy poco tiempo sino entender que los nuevos profesionales tendrán que estar siempre reciclándose. “Hay que educar en la innovación y trasladar el mensaje de que innovar y que no te salga no es un fracaso, sino una experiencia”.
Portero explicó que, ante un cambio de época, las élites rectoras deben hacer la pedagogía necesaria para explicar bien este cambio y adaptar las estructuras del Estado a la sociedad actual. “La revolución actual es muy importante y da paso a un nuevo mundo. La Europa de antes de 2007 no va a volver”, dijo el historiador, quien señaló que las clases políticas no han hecho bien su labor de incentivar al empresario. “Los cambios producen grandes beneficios, pero será preciso superar este periodo de adaptación”, concluyó.