18/05/2023

 

1. SIN UN MODELO DE ‘FAIR SHARE’, EUROPA SE QUEDARÁ REZAGADA. De seguir así, es imposible que se alcancen los objetivos de despliegue previstos en la Década Digital 2030. Si continúan disminuyendo los incentivos para invertir en las redes, la UE corre el grave riesgo de quedar tecnológicamente rezagada frente al resto de economías.

 

2. EL INCREMENTO DEL TRÁFICO ONLINE PONE EN PELIGRO LA SOSTENIBILIDAD DEL SISTEMA. Existe una correlación entre el crecimiento del tráfico y el incremento de los costes de red que asumen los operadores de telecomunicaciones. Esto genera un peligro de sostenibilidad económica para estas empresas, que un modelo de ‘contribución justa’ o ‘fair share’ ayudaría a reducir.

 

3. SIN BUENAS REDES, NO HABRÁ BUENOS SERVICIOS DIGITALES. Sin un cambio de modelo, claramente las grandes plataformas verían también afectadas sus perspectivas de negocio, al no poder ofrecer en las redes la calidad de servicio requerida por sus innovadores servicios asociados, por ejemplo, el metaverso.

 

4. ES UN MERCADO DE DOBLE CARA. Hasta hoy, los operadores de telecomunicaciones han sufragado las inversiones para incrementar la capacidad de las redes con la aportación de los usuarios finales, que no pueden ni deben asumir la insostenibilidad de un mercado al que deberían contribuir también los OTTs. ‘FAIR SHARE’ NO ES UN PAGO DUPLICADO, sino una solución al hecho de que una de las dos partes de este mercado de doble cara no está contribuyendo al mismo.

 

5. NO AFECTARÁ A LAS PYMES, LAS STARTUPS NI A OTRAS EMPRESAS INNOVADORAS. La propuesta de una contribución justa sólo afecta a un pequeño número de ‘gatekeepers’ o ‘guardianes de Internet’, que generan por sí solos más del 50% del tráfico.

 

6. NO AMENAZA DE NINGÚN MODO LA NEUTRALIDAD DE LA RED. El pago de las grandes plataformas por el servicio de gestión de su tráfico online no afectaría de ningún modo al libre acceso de contenidos y servicios en Internet, tal y como ha confirmado la Comisión Europea. Se trata de un debate estrictamente limitado a la relación comercial entre dos partes, y que tiene lugar precisamente porque las OTTs nunca han dejado de percibir ese servicio, a pesar del incremento que acarrea en los costes de red.

 

7. NO SE TRATA DE UN IMPUESTO. La compensación indirecta (ej: impuesto o tasa) no es el enfoque correcto. En su lugar, deberían existir negociaciones comerciales privadas entre los ISPs y las grandes plataformas. Es un modelo que se ha demostrado eficaz y operativo, por ejemplo, con los operadores móviles virtuales (OMV).

 

8. BENEFICIARÁ A TODOS LOS OPERADORES DE TELECOMUNICACIONES, TAMBIÉN A LOS MÁS PEQUEÑOS Y CON MENOS PODER DE NEGOCIACIÓN. Apoya la sostenibilidad de las redes de todos los ISP, grandes y pequeños. En última instancia, beneficia a la sociedad y la economía en su conjunto, al eliminar obstáculos a las inversiones en redes.

 

9. ES UN MODELO SOSTENIBLE EN EL TIEMPO, QUE PROTEGE EL LIBRE MERCADO EN EL SECTOR DIGITAL. Resuelve un desequilibrio en los mercados de telecomunicaciones, para que existan niveles de competencia sanos, e incentiva la inversión a medio y largo plazo.

 

10. SE NECESITAN ESTÍMULOS PARA LA EFICIENCIA ENERGÉTICA EN LA GENERACIÓN DE TRÁFICO ONLINE. También por motivos medioambientales, es importante que existan incentivos para que las grandes plataformas optimicen el consumo energético derivado de su actividad digital.

 

11. LO MARCA LA COMISIÓN EUROPEA. La Declaración de Principios y Derechos Digitales, presentada a principios de 2022, estipula que “todos los actores del mercado” deberían hacer una “contribución justa y proporcionada” al coste de la infraestructura.