24/02/2022
‘CRACKS de la tecnología’ es una serie semanal de entrevistas, a través de la que queremos dar voz a esos profesionales TI que son absolutos genios de la tecnología en España. Queremos saber de ellos/as, conocer y reconocer el trabajo que realizan en estas empresas; saber qué les apasiona y qué consejos guardan para aquellos/as que vendrán detrás.
Con más de 250 clientes en España, la recién nacida Kyndryl es una compañía especialista en servicios de infraestructura tecnológica, incluyendo opciones como el Cloud computing, ya muy consolidado, pero también el Edge computing, una tendencia estrechamente vinculada con el Internet de las Cosas y la tecnología 5G. Para conocer más sobre qué es el Edge computing, para qué aplicaciones resulta más conveniente y qué nuevas transformaciones desencadenará, hoy hablamos con uno de los mayores expertos de nuestro país, Enrique Abero.
Con una experiencia de casi veinte años en la industria tecnológica, Enrique es en la actualidad el responsable de la práctica de Redes y Edge computing en Kyndryl España y Portugal. Desde su equipo trabajan también todo lo relacionado con SDN (redes definidas por software), conectividad Cloud, seguridad de la red, automatización de la red, redes privadas 5G, soluciones verticales IoT, y mucho más.
Enrique Abero, Networking & Edge Practice Leader de Kyndryl para España y Portugal.
P.- El Cloud computing propone centralizar la computación y llevarlas, normalmente, a las instalaciones de un proveedor experto. El Edge propone, en cambio, volver a descentralizar esa función y llevarla al “borde” de la red. En cierto modo, son conceptos opuestos. ¿Son también incompatibles?
R.- Son complementarios. El Cloud continúa siendo una opción magnífica para muchos procesos de las empresas, pero hay otros donde el Edge computing puede resultar más conveniente.
Lo entenderemos mejor con un ejemplo: una fábrica puede tener muchas de sus herramientas informáticas en la nube, pero contar con una solución de Internet de las Cosas (IoT) para la que reducir la latencia en unos pocos milisegundos es crítico. Ahí es donde el Edge aporta más valor, porque el cómputo se produce en servidores dentro (o muy cerca) de la propia fábrica. La menor distancia al servidor puede darte esos milisegundos determinantes para la competitividad de ciertos negocios.
Por eso, es importante confiar este tipo de proyectos a empresas con experiencia en toda la gama de opciones tecnológicas, como Kyndryl, que sepan asesorar a los clientes cuál encaja mejor en cada caso.
P.- ¿Crees que el Edge seguirá siendo relevante una vez que el 5G “puro” se extienda, ya que reducirá mucho la latencia de las comunicaciones?
R.- Es posible que haya procesos que puedan llevarse entonces al Cloud, aprovechando también las posibilidades de network slicing que ofrece el 5G, pero seguirá habiendo algunas tareas donde el Edge resulte más adecuado. Precisamente, en Kyndryl trabajamos ya en proyectos de Edge computing sobre redes 5G privadas, para lo cual hemos firmado recientemente un acuerdo estratégico global con Nokia que nos permitirá gestionar a gran escala este tipo de proyectos. Para ciertas tareas críticas de la llamada Industria 4.0, la combinación de Edge computing, 5G e IoT será potentísima.
Hay que tener en cuenta que las empresas compiten en un mundo global y todas estas capacidades tecnológicas están también al alcance de sus competidores. La ventaja competitiva viene de saber combinar estas tecnologías de la mejor manera posible. Eso requiere un expertise muy concreto, que no es fácil encontrar en el mercado.
“Para ciertas tareas críticas de la Industria 4.0, la combinación de Edge computing, 5G e IoT será potentísima”
P.- Por continuar con el ejemplo del Edge computing aplicado al sector industrial, ¿en qué tipo de tareas aporta más valor?
R.- Depende de cada negocio, por supuesto. En términos generales, el Edge computing puede ser muy interesante para la monitorización y la prevención de fallos de las máquinas, para la adopción de RPA (automatización robótica de procesos) y para la mejora de la eficiencia energética de las fábricas. Hablamos de sincronización de máquinas o robots, de cerrar una turbina…; son decisiones que es preferible tomar en local, bien por una cuestión de rapidez o por la criticidad del dato.
Conviene precisar que la infraestructura tecnológica conforma una parte del puzzle, que hay que saber ver en su conjunto. En Kyndryl ofrecemos un servicio integral, desde la provisión del sensor, la conectividad y la infraestructura de la fábrica -entendiendo la regulación que le atañe-, a la explotación del dato.
En este sentido, estamos cambiando la relación que suele existir entre los departamentos de IT y Negocio de nuestros clientes. Ya no es Negocio el que le pide a IT qué necesita, sino este último el que plantea la variedad de servicios y soluciones tecnológicas, pasando a innovar desde el departamento de IT en lugar del consumidor.
P.- Con respecto a las redes privadas 5G a las que has hecho alusión, ¿qué ventajas pueden ofrecer a ciertas empresas industriales?
R.- Hay un tema de disponibilidad de frecuencias del espectro radioeléctrico que va a permitir disponer de este espectro para uso privado. Para una fábrica conectada, puede ser interesante emplear frecuencias muy altas, donde el 5G alcanzará la mayor velocidad.
Asimismo, en una red privada se mantiene todo el control sobre el dato. A partir de éste, puedes crear un data lake e integrar aplicaciones de mantenimiento predictivo, para detectar y resolver preventivamente fallos, solapes de las celdas o caídas de la propia red.
“Se necesita ‘expertise’ para saber combinar estas tecnologías de tal modo que aporten una ventaja competitiva a las empresas”
P.- En los últimos tiempos, los principales proveedores de servicios IT le dais una nueva vuelta de tuerca a estas tendencias y habláis ya de “cloudificar el Edge”. ¿En qué consiste?
R.- Ése es otro ejemplo más de cómo el Cloud y el Edge computing se interconectan. Se trata de llevar al Edge todos los servicios que tenemos en el Cloud y que se caracterizan por ser modernos y ágiles. A su vez, esto está impulsando al ecosistema de pequeños desarrolladores de aplicaciones de nicho.
El verdadero reto, como decía, está en planificar muy bien dónde colocas las diferentes aplicaciones del negocio, y cómo aseguras y mantienes la sincronía entre éstas, cuando pueden estar alojadas en distintos nodos del Edge. O si hablamos de un coche autónomo que está en movimiento y que está consumiendo una aplicación que pasa de nodo a nodo, cómo mantienes la sincronía de esa aplicación.
P.- Y, ante un abanico de opciones tecnológicas cada vez más grande, ¿qué perfiles profesionales se necesitan en las empresas de IT?
R.- Se necesitan personas que sepan componer esos puzzles de cajas y componentes, traduciendo un problema de negocio en una propuesta tecnológica ad hoc; principalmente arquitectos cloud, arquitectos de red y arquitectos de data. Son perfiles escasos y muy cotizados, porque son los que aportan la diferenciación. Al fin y al cabo, las tecnologías disponibles son por lo general bastante estándar -son commodities-; el mayor valor radica en los servicios.
Por otro lado, hay mucha demanda de personas que sepan hacer las integraciones de software y de APIs, para que se hablen unos sistemas con otros.
Son tiempos fascinantes para trabajar en este sector. Las tecnologías de Edge computing y de IoT transformarán la industria o la vida en las ciudades (smart cities). Estamos siendo testigos directos de ese cambio de era al que algunos llaman Cuarta Revolución Industrial, ayudando a las organizaciones a dibujar sus roadmaps digitales, convirtiendo las potencialidades de la tecnología en realidades.
“Son tiempos fascinantes. Somos testigos directos de ese cambio de era al que algunos llaman Cuarta Revolución Industrial”