08/09/2020

El DigitalES Summit ha vuelto a reunir, por tercer año consecutivo, al sector tecnológico español, cuyos líderes lo han dejado claro: el futuro es digital.

Pero no sólo las empresas, también las instituciones, empezando por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Todos han dibujado un escenario donde la transformación digital ocupa un lugar protagonista.

“El futuro de las grandes ciudades en el mundo pasa por la digitalización” ha proclamado el regidor, para quien, junto a la sostenibilidad, son las palancas que ayudarán a “mantener las fortalezas” de la capital pero también para “gestionar sus debilidades”.

A Martínez-Almeida le han seguido, en el plató del impresionante escenario digital creado para el Summit 2020, dos “grandes” el presidente de Telefónica España, Emilio Gayo, y Alejandro Beltrán, presidente de España y Portugal de McKinsey.

Ambos han defendido la digitalización, que puede contribuir a entre el 1,5 y el 2,5% del PIB del país al año. Han remarcado -para los escépticos- que traerá nuevas necesidades de trabajo (es decir, que los robots no nos dejarán sin trabajo). Y un dato: en los próximos diez años va a haber un incremento de más de 650.000 empleos derivados de la digitalización.

Para avanzar rápido y que la digitalización ayude en la generación de empleo y el crecimiento de la economía uno de los actores claves en el escenario deben ser las pymes. Han sido citadas, y mucho, durante la primera jornada del Summit. “Una asignatura pendiente”, ha dicho Beltrán, en la que la digitalización puede ayudar, “incrementando su productividad entre un 15 y un 25%” (Gayo dixit).

Y a partir de ahí el Summit ha ido añadiendo visiones, proyecciones, datos y mucha experiencia acumulada que indica, según los ponentes que hoy nos han acompañado, que las telecomunicaciones y el sector digital en su conjunto son un habilitador de generación de riqueza.

Junto a los líderes del cambio han estado también destacadas representantes institucionales. La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha asegurado que en su departamento están “liderando el cambio, situando justamente la digitalización en el núcleo del sistema educativo”.

Por su parte, la presidenta de la CNMC, Cani Fernández, ha apuntado que el organismo que dirige es también “un motor de cambio”, al introducir competencia en los mercados de la mano de empresas digitales. Y desde Bruselas, la diputada del Parlamento Europeo Susana Solís, ha explicado que allí trabajan “para que Europa recupere su soberanía digital y tecnológica y eliminar la dependencia de terceros países”.

Pero si ha habido un mensaje que se ha repetido una y otra vez es que España tiene una situación privilegiada para afrontar el despegue de un nuevo modelo de país, con la digitalización como imperativo.

En el repaso por lo que ha supuesto la pandemia la evidencia de que España cuenta con las mejores redes de telecomunicaciones ha sido reiterada una y otra vez, como el hecho de que tener la infraestructura no es suficiente. La buena noticia es que el talento tampoco falta, como ha dicho nuestro presidente, Eduardo Serra.

Así que ahora sólo queda ponerse manos a la obra y, como afirma Serra, no hace falta que nos llamen para sentarnos a la mesa, el sector ya está sentado, trabajando, y dispuesto a emplearse a fondo, codo con codo, con el sector público. Porque este tren, el de líderes de la cuarta revolución industrial, no lo podemos dejar escapar.

 

 

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