04/07/2024
No hay duda de que la inteligencia artificial generativa ha sido una de las grandes protagonistas en lo que llevamos de 2024. Sin ir más lejos, ha sido el epicentro de uno de los últimos trabajos realizados por DigitalES, el Libro Blanco de la IAG, que fue presentado durante el congreso realizado los pasados 19 y 20 de junio.
La línea de trabajo artífice de este texto, que puede ser descargado en este enlace, se reunió por última vez antes de verano para conocer las últimas tendencias en inteligencia artificial generativa y establecer las prioridades de trabajo de cara al próximo ejercicio.
De lo primero se encargó Alberto Arrieta, líder de Data & Artificial Intelligence en España y Portugal de Accenture, quien destacó la capacidad de la IAG para escalar la IA tradicional y remarcó el importante papel que ya está jugando en la medicina y el ‘drug discovery’, esto es, la producción de nuevos medicamentos.
También remarcó el aumento de sus capacidades de razonamiento, la creación de gemelos digitales cada vez mayores y el interés en esta tecnología por parte de todos los gobiernos. En un debate muy participativo, insistió en la importancia de contar con modelos propios de IAG que, a su juicio, “generan una ventaja competitiva”.
En esta línea, habló de los SML (small large models o specialized large models) como alternativa a los LLM (lenguage large models), los sistemas desarrollados por compañías como OpenAi o Google. En su opinión, ambos modelos convivirán en los próximos meses.
El especialista apuntó también los cinco principales retos a los que debe enfrentarse la IAG en los próximos meses. En primer lugar, dijo, las empresas e instituciones deben tener una visión clara del valor que aportan los proyectos. También deben invertir en tecnología para realizar una transformación profunda en el ‘digital core’.
En tercer lugar habló de la necesidad de reinventar el talento y las formas de trabajar. Un punto que suscitó debate entre los asistentes, que coincidieron en que lo más preocupante hoy no es el miedo a que una IA te quite el puesto de trabajo, sino la falta de curiosidad de muchos empleados ante esta tecnología.
El cuarto punto fue la necesidad de definir una IA responsable, identificando y mitigando todos los riesgos. “Hay muchos usuarios que no confían en las recomendaciones de la IAG y por tanto no la usan”, argumentaron los asistentes. Por último, apuntó el experto, es preciso impulsar la reinvención continua de la IA.
Tras el debate, los miembros del grupo de trabajo realizaron diferentes propuestas para impulsar nuevas actividades que permitan seguir impulsando el conocimiento de esta tecnología en los próximos meses del año.
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